Como aquél famoso título de la telenovela mexicana de Televisa protagonizada por Verónica Castro, "Los ricos también lloran" el estadounidense Phil Mickelson podría aplicarse el cuento después de saber lo que tendrá que pagar en impuestos tras sus dos victorias en Escocia al fisco inglés, escocés y norteamericano. Nada menos que el 61,12% de todo lo que ha ingresado en estas dos
Las dos victorias de Phil Mickelson en Escocia estas dos últimas semanas -el Scottish Open y el Open Championship- le han reportado a Phil Mickelson unas ganancias de 2.167.000 dólares, de los que una buena parte de ellos se los va a quedar el fisco británico, el escocés y hasta el estadounidense. Al final, el zurdo de San Diego sólo se quedará con un 30% de sus ganancias reales y es que así está montado el circo del golf profesional.
Esa es una de las razones por la que muchos desportistas, y no sólo del golf, sino sobre todo del tenis, no quieren ir a jugar al Reino Unido ya que lo que ganan allí también lo tienen que tributar teniendo en esos casos un doble pago ya que tiene que pagar en los lugares donde ganó ese dinero y además en su lugar habitual de residencia, donde también pagan impuestos.
En el caso de Phil Mickelson, y según la revista norteamericana Forbes, Mickelson, que estas dos semanas ha ganado una cifra muy cercana a los 2.2 millones de dólares, tendrá que pagar en Escocia cerca de 954.000 dólares, un 44,02 por ciento de lo ganado ya que en Escocia y hasta 2016 el Reino Unido impone un pago del 40% de las ganancias en ese país para aquellos que sumen más de 32.010 libras ganadas y de hasta un 45%, si se supera las 150.000 libras.
Además de estos impuestos que deberá pagar en Escocia, Mickelson deberá pagar también un impuesto por lo que cobre a final de año en concepto de bonus especiales por estos dos triunfos en suelo británico, en total un 45% de esos pecunios derivados de sus dos títulos en Escocia, además de un 60% que debe pagar en California, su lugar habitual de residencia, por todas sus ganancias a final de año.
Si en este caso se deducen, además, los gastos de transportes (pasajes de avión), caddie -Jim McKay se lleva un 10% de todas las ganacias en premios de su jefe-, hospedaje y agente, al zurdo de San Diego sólo le quedarán de ganancias un 30% de lo conseguido en las Highlands. Muy poco, relativamente, aunque nadie le podrá quitar, eso si, el honor de haber conseguido su primer Open Británico.
Quiizá por eso el bueno de Phil siga pensándose aunque a regañadientes y con muchas críticas desde el exterior, su cambio de residencia a Florida, donde las tasas y la presión fiscal a los deportistas de máximo nivel son mas bajas que en California.